Santiago Atitlán, 11 de enero, 12:15.
Me tocan la espalda.
- Ya me gasté el dinero- dice un pequeño.
- ¿En serio? ¿En qué te los gastaste?- contesto con insólito y estúpido tono paternal.
- Una sandía y un ahuacate. Ya almorcé- me cuenta Andrés.
Andrés vive en Santiago. Tiene unos siete años y habla cinco idiomas.
Andrés pide dinero en las calles a los turistas.
Los cinco quetzales que le di aquella mañana se convirtieron en la única comida de su día.
viernes, 16 de enero de 2009
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